miércoles, 1 de julio de 2009

Al deambular

La lluvia brilla y su brillo hace más insoportable la árida desolación de mis ojos. Un dolor crónico se vuelve cada vez más agudo, haciendo que el esfuerzo por caminar sea antológico.

Tras de mi, la grulla se sigue riendo. Me mira y se ríe, se ríe, se ríe; y luego se va a empollar.

Tarde, me alcanza el matorral, sus ramas secas al viento golpean mi rostro y me muestran la luna mordida. ¡En su cumbre hay un polluelo de fauces corrosivas!; y detrás de mi la grulla masca su carcajada antes de volar de nuevo por sus huevos. El matorral me deja, se hunde con la lujuriosa luna para proveerle consuelo.

Yo camino hacia el pantano y lo inhalo ansioso. Algas contorneantes danzan alrededor de pilares frenéticos que nadan en mis pulmones. Estornudo, impotente para contener un bioma en mi sistema nervioso, y las ranas caen, recogen sus escarabajos y se alejan arrastrándose en el fango muerto de un pantano…
Enero 2001

3 comentarios:

  1. Juro que no me fume nada!!
    Un estracto de mi imaginación sometida a una aburrida clase de fisiologia. No me he atrevido a continuarlo, no se que les parece a ustedes que rumbo deberia tomar..

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  2. Excelente! Jajaja, pues menos mal que no te fumaste nada...No en serio esta genial, yo creo que a veces la manera de redactar, en este caso distinta, es lo que hace destacar un texto de otro y este, esta claro que destaca, muy interesante, ¿hacia dónde se dirige? tu prosa es alucinante. Besos.

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  3. Interesante...gracias por tu rastro le seguire!!
    besos..

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