Un perro aúlla cual lobo, cual coyote, cual ser de ultratumba. A lo lejos otro aullido le responde. Se escucha un auto, y pasa agrediendo el ruido ambiente, pero se marcha rápido, dejando en paz los sonidos habituales, el canto de varios pájaros distintos, el sonido de las patas de un grillo, las gotas cayendo, y… pasos?... un transeúnte, un muchacho, pasa por el camino, un poco temeroso, con andar reservado. Lo saludo, me mira con una mezcla de divertida timidez y al mismo tiempo profunda desconfianza. Se marcha, y de nuevo queda el silencio, pero tal silencio no existe, existe mucha vida, pasiva, sosegada, y todo llega al oído, los pájaros, las aves, los árboles, las plantas, las nubes, el cielo…
Miro de nuevo la encrucijada, esperando que pase el carro que me llevara a “El Rosal”, donde ejerceré mi “arte” de la medicina. Mientras tanto solo observo, en mutismo, a mí alrededor. No me había dado cuenta, pero el perro, el coyote, el ultratumba, ha callado, y su eco se ha apagado en la lejanía, y ya no hay replica en sus aullidos. Al fondo el cielo, gris, denso, bloqueando la vista, cerniéndose sobre este espectador, pero al mismo tiempo sosteniendo lo sosegado del ambiente, manteniendo la cohesión. Es un telón triste, pero al mismo tiempo agradablemente tranquilo, agradablemente acogedor, apoyado en el incesante y embriagador canto de las aves, y el cadencial golpeteo de las gotas sobre las verdes y marrones hojas, y el murmullo de la tierra rojiza, el lodo, al agua, y todo ello me invita a cerrar los ojos e inclinar mi cabeza hacia atrás, dejándome sumergir, fundir en el ambiente, y no sentir mas que la sutileza del contacto intenso de la naturaleza en mi piel y mis tímpanos.
Llega el auto de misión medica, con los ojos entrecerrados camino hacia el, despertando de mi fugaz y ansiosa ensoñación hacia la seca y apagada realidad. Camino, y al estar despierto me doy cuenta que siempre estoy dormido.
A mi esa tranquilidad, ese silencio plagado de ruiditos ambientes, me relaja y hace que me concentre en mis pensamientos. O a veces me paro a escucharlos solo por el placer de oir como una rana cae dentro de un charco o como un fruto maduro cae en la tierra; el goteo de la lluvia. Es agradable...saludos!
ResponderEliminarEse sonido inquietante obliga a la mente a pensar en lo pobre y miserable que es nuestra vida, ese aullido, está presente en todos los pueblos... me inquieta y me gusta ir al campo...
ResponderEliminarMuy bueno Enrique
Quiero enviarme a cf-loans@outlook.com por otorgarme un préstamo para expandir mi negocio cuando el banco rechazó mi préstamo durante las dificultades de mi negocio porque no pude cumplir con el alto requisito de expectativa del banco. Estaba buscando en Internet. Cuando me encontré con Cavern Fund que ofrecía préstamos a propietarios de empresas e individuos, solicité dentro de los 7 días que aprobaron mi préstamo y me brindaron un reembolso flexible de la tasa del préstamo con un rendimiento anual del 2%, lo que realmente capturó mi corazón para mí. levantar mi negocio.
ResponderEliminarRecomendaré a cualquier persona aquí que busque cualquier tipo de préstamo que se comunique a través de cf-loans@outlook.com.
Gracias administrador del blog por esta gran oportunidad.